Banco de Huesos evita amputación de extremidades
Inicio > Tecnología > Noticia 02/12/2014

Banco de Huesos evita amputación de extremidades

Desde la puesta en marcha del Banco de Tejidos Músculo esqueléticos del Instituto Traumatológico, el trasplante de huesos ha permitido a los beneficiados con este implante de tejido óseo conservar su armonía corporal  y hacer una vida completamente normal. Antes de su creación, la única alternativa era amputar la extremidad dañada

Durante los 18 años de funcionamiento, el Banco de Tejidos le ha cambiado la vida a decenas de personas, en su mayoría víctimas de accidentes o con patologías tumorales o degenerativas, gracias al trasplante de huesos de extremidades -como fémures, tibias- y también de pelvis.

Creado en 1996, es el único del sistema público de salud disponible para todos los chilenos. No tiene fines de lucro, por lo tanto la procuración y la utilización del hueso no tiene costo y puede alcanzar una duración definitiva.  

 

400 trasplantes anuales

 

En el Instituto se realizan anualmente cerca de 400 injertos de distinto tipo para pacientes de todos los servicios de salud del país. Por ejemplo, se puede implantar un hueso completo o cortar una fracción de acuerdo a la forma que se requiera.

El Dr. Miguel Sepúlveda, a cargo de la gestión del Banco de Huesos, destaca que “en todos los casos lo que más impacta es la aceptación que tienen los pacientes, porque se les coloca en una encrucijada de amputación de la  extremidad o colocarle un hueso de un donante”.

Agrega que “con un donante se pueden salvar 15 extremidades ya que cada uno puede donar varios huesos y la posibilidad de rechazo es muy baja, casi anecdótica”.

 

Importancia de la donación

 

Estos antecedentes avalan la importancia de la donación de este tejido que durante el 2013 y 2014 fue nula.  El Dr. Sepúlveda –subdirector médico de este establecimiento-, advierte que al depósito le quedan piezas óseas para realizar no más de 80 cirugías, por lo que el Instituto Traumatológico está en peligro de dejar de hacer injertos por falta de donantes.

“El último año bueno en materia de donantes –precisó- fue el 2010, en el que ocho personas entregaron sus huesos. En 2011 y 2012 hubo un donante anual y en estos últimos dos años, no hemos recibido ninguno, por lo que el llamado es a donar”.

Entre las causas que han originado esta situación, menciona el desconocimiento y desinformación de los potenciales donantes y el temor de los familiares de que el cuerpo del fallecido sufra una deformación. Al respecto aclara que “se tiene un manejo respetuoso de los fallecidos porque el procedimiento lo hacemos como una cirugía más, siguiendo los protocolos técnicos y éticos”.

El Dr. Miguel Sepúlveda explica que no sólo extraen donaciones de huesos de gente fallecida, sino que también se pueden sacar piezas de personas vivas. Por ejemplo, cuando en ciertas operaciones de cadera hay que extraer la cabeza del fémur, el paciente puede donarla para que se destinen a pequeñas piezas de injertos.

“Los huesos se guardan envueltos en plástico y a -80° en un congelador especializado para no dañar el tejido, que tiene varios compartimientos para mantenerlos en sus distintas fases de preparación. Ahí pueden estar guardados hasta cinco años a la espera de ser usados. De las partes conservadas, las más comunes son las de huesos largos, y las más complejas de obtener son las de pelvis, por la dificultad de su extracción”, concluyó.

La labor del Banco fue destacada en los medios de comunicación durante el pasado mes de noviembre.

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