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Dr. Teodoro GebauerWeisser 

Creador y Director  del Instituto Traumatológico durante 20 años.

Nació en 1902 en Puerto Octay, en el seno de dos familias germanas. Así sus estudios primarios los cursó en el Colegio San Francisco Javier de Puerto Montt y los secundarios en el Seminario de Ancud.

En 1920 llega a la capital donde a la edad de 17 años ingresó  a la Escuela de Medicina  de la Universidad de Chile. Brillante, al recibir su título de médico cirujano obtuvo el premio “Eleodoro Gormaz” como mejor egresado del bienio 1927-1928.

En el hospital San Vicente de Paul, será uno de sus maestros  el doctor Francisco Navarro  quien advertirá su interés en los tratamientos a accidentados; de ese modo, inició su formación especializada  y gracias a ella será comisionado a viajar a Europa en dos ocasiones, para informar de los avances de la especialidad y estudiar las características que debía tener un hospital orientado a la atención de accidentados.

Visitando los centros más modernos de Europa en ortopedia y traumatología, quedó plenamente capacitado para orientar su vida hacia la misión de desarrollar la  disciplina en el país; con su regreso se inician los servicios médicos en lo que luego se llamará la Caja de Accidentes del Trabajo, tras lo cual se asume la creación y dirección del Instituto Traumatológico.

En 1938 recibe el título de Profesor Extraordinario de Traumatología y se integra a la Facultad de Medicina  de la Universidad de Chile ; en tal condición ocupará el puesto de Jefe de Clínica del Servicio de Cirugía del Hospital san Vicente de Paul, hora a cargo del profesor Fernando Opazo.

La proyección de la disciplina lo llevó a impulsar la creación de la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología n (SLAOT) – de la cual llegó a ser vicepresidente- y, en 1949, de la Sociedad Chilena de Ortopedia y Traumatología (SCHOT) donde alcanzó en 1953 la presidencia.

Director  del Instituto Traumatológico durante 20 años, hasta 1957, debió renunciar para asumir el cargo de Médico Jefe de la Sección de Accidentes del Trabajo de la Caja Nacional de Ahorros, la que dejó consolidada como centro especializado por lo mismo, al cabo de los años se le daría su nombre al establecimiento.

Al despedirse, en 1957, se le tributó un  banquete en el Club de La Unión, organizado por el Dr. Rahausen quien, en su discurso, celebró el carácter de Gebauer. “No es un secreto para nadie que jamás calla ante aquello que en su concepto le parece mal, aunque esto le ocasione molestias y se haga de un enemigo”. Eso sí-agregará- “bajo la apariencia exterior de un hombre duro, lleva escondido un corazón enorme que se deshace ante el menor asomo de dolor o sufrimiento”. 

Una vez retirado en 1964 de sus cargos directivos, siguió en el ejercicio profesional hasta su deceso (en 1992), poco antes de cumplir 90 años de edad. Casado con  Ana Victoria Burmeister, con ella fundó una familia de tres hijos.

 

 


 

El Instituto Traumatológico fue fundado el 9 de diciembre de 1937, bajo la dependencia y financiamiento de la Caja de Accidentes del Trabajo de la época,  por el entonces Ministro de Salubridad, Dr. Eduardo Cruz Coke, bajo el mandato presidencial de D. Arturo Alessandri Palma.   Inmediatamente se constituyó en el primer centro de salud de este tipo en América Latina y en uno de los más modernos en el mundo por su diseño arquitectónico, instalaciones y tecnología empleada.

Su primer director fue el Dr. Teodoro Gebauer Weisser, en cuyo honor lleva su nombre.

El 1º de mayo de 1968, según en artículo 82º de la Ley 16.744 y a raíz de la publicación de la nueva Ley de Accidentes del Trabajo –que creó las mutuales y dio origen al Hospital del Trabajador y a la Mutual de la Cámara Chilena de la Construcción- el Instituto Traumatológico pasó a depender del entonces Servicio Nacional de Salud (SNS) y se desarrolló como un Servicio de Traumatología clínico del sistema público de salud.  Es decir, se abrió a la comunidad como un establecimiento especializado en la atención de adultos en aquellas patologías que tienen relación con el aparato locomotor y, en especial, en el tratamiento de las fracturas y sus secuelas.

En 1981 se promulgó la ley que creó el Sistema Nacional de Servicios de Salud (SNSS) y el Instituto pasó a depender  del Servicio de Salud Metropolitano Occidente.

En aquella época, su director, el Dr. Sergio Reyes Bustamante, efectuó una completa modificación y reestructuración del establecimiento.

Posteriormente, en 1987, asumió como director el Dr. Miguel Gasic Brzovic, período en el que se inició una serie de cambios estructurales y organizacionales, muchos de los cuales se mantienen hasta hoy.

Cambió la forma del trabajo médico: los médicos dejaron de tener camas  y pasaron a disponer de cupos de resolución quirúrgica de sus pacientes, lo que significó un gran avance en la gestión de los recursos.  También se organizó el trabajo en equipos por patologías: de tumores, mano, cadera, hombro y codo, trauma, rodilla, tobillo y pie y columna.  Esto ha posibilitado alcanzar el máximo desarrollo, con cuatro pabellones quirúrgicos, nueve anestesiólogos y una UTI, que permite manejar cirugías complejas.

Por decreto exento Nº 1273, del 26 de diciembre de 1994, siendo ministro de Salud D. Carlos Massad Abud, pasa a llamarse “Instituto Traumatológico Dr. Teodoro Gebauer Weisser”, en reconocimiento al primer profesor de Traumatología de la Universidad de Chile, quien fuera además pionero de la especialidad en el país y fundador del Instituto Traumatológico.

HACIENDO HISTORIA

Colaboración del ex funcionario Darío Ahumada Morales  en el 54º aniversario del Instituto.

El Instituto Traumatológico de Santiago cumple 54 años de existencia; creado el 9 de diciembre de 1937, bajo la presidencia de D. Arturo Alessandri Palma, siendo Ministro de Salubridad y Asistencia Social el Dr. Eduardo Cruz Coke.

Esa época está caracterizada por las grandes reformas sociales de la nación, habiéndose creado entre otras la Ley de Seguro Obrero Obligatorio y la Ley de Accidentes del Trabajo; precisamente, dicen las crónicas de ese tiempo, la Ley de Seguro de Accidentes dio origen a la formación de compañías de seguro, “destacando por su importancia a la Sección de Accidentes del Trabajo de la Caja Nacional de Ahorros, que abarca el 85 % de los obreros asegurados contra esta clase de riesgos, servicio que ha demostrado su capacidad dando término a la construcción e instalación del un Instituto Traumatológico con secciones de hospital (200 camas) y policlínicos”.

El primer director del Instituto Traumatológico fue el Dr. Teodoro Gebauer y, entre el cuerpo médico, destacaban los doctores Fernando Opazo (Prof. y Director Científico), Jorge Guzmán, Alberto Croquevielle, Alberto Bahamondes, Juan Riquelme, Gustavo Vergara, Manuel Rivera, Julio Brañes y Luis Koch.

Es interesante situarse en la época en que fue creado el Instituto Traumatológico, tanto por el nivel de la traumatología de entonces, como por el entorno social que se vivía.  A comienzos de siglo, la traumatología no se perfilaba aún como especialidad; las lesiones traumáticas eran parte de la cirugía general dentro de la terapéutica quirúrgica y, mientras ésta progresaba, aquélla iba quedando rezagada por las modalidades tan diferentes entre una y otra.

Numerosos factores inciden en el desarrollo, estudio y progreso de la traumatología como especialidad, uno de los cuales fue la Primera Guerra Mundial, que sometió a prueba los postulados de las principales escuelas quirúrgicas; el fracaso en el tratamiento de  diversas lesiones traumáticas, quemaduras, fracturas expuestas, heridas articulares, etc., sirvieron de acicate para la investigación y revisión de los métodos terapéuticos hasta entonces usados.

La mecanización industrial y el desarrollo extraordinario de los medios de transporte motorizado contribuyen también al perfeccionamiento y desarrollo de la especialidad.  Cuando nace el Instituto Traumatológico, Santiago era una ciudad bullente; “bocinazos, claxons y gritos de los comerciantes daban agitación a la vida capitalina, gente, gente y más gente recorre las calles centrales.  Sube a los tranvías, entra a los bancos, invade los teatros y se apretuja en los ascensores”, decía la revista Zig-Zag.

La prensa y la época denunciaban “la retahíla de accidentes de tránsito por la introducción de autobuses, camiones que se agregan a los tranvías para el transporte público...; no es posible que sigan pereciendo más personas en Santiago bajo las ruedas de los autobuses que por epidemias”.  Cada vez cobra más cuerpo la proposición de construir un ferrocarril subterráneo que cruce Santiago desde Providencia hasta la Pila del Ganso.

Estos elementos van exigiendo el desarrollo de la traumatología y en esa época romántica nace el Instituto Traumatológico; la época de Gath y Chavez, en la esquina de Estado y Huérfanos, donde la gente linda iba a tomar el té y realizar sus compras; época en que los fines de semana desfilaban frente al Traumatológico dirigiéndose hacia Balmaceda los fanáticos gustadores de las carreras de galgos en el Canódromo.

Han pasado 54 años de su fundación y hoy el Traumatológico aunque más crecido, sigue siendo joven.  Su contribución al estudio y desarrollo de la traumatología es incuestionable, conducido por sus anteriores directores, los Dres. Gebauer, Rivera, Reyes y su actual director, el Dr. Miguel Gasic.  Hay día la planta de funcionarios alcanza a 324 personas, de las cuales 44 son médicos, 10 enfermeras universitarias, 10 kinesiólogos, tres terapeutas ocupacionales, tres tecnólogos médicos, tres dentistas, dos asistentes sociales, dos nutricionistas, un químico farmacéutico, 87 auxiliares paramédicos, 71 administrativos, 84 auxiliares de  servicio y 13 jefaturas mandos medios.

Todos estos funcionarios constituyen el apoyo logístico del cuerpo médico en el desarrollo de la tecnología y en el sostén de los valores que han caraterizado al Instituto Traumatológico en sus 54 años de vida.

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