54 años dedicados al servicio público y al desarrollo de la especialidad
El Dr. Gustavo Gazitúa Larraín, Jefe Unidad de Cirugía Maxilofacial, llegó al Instituto Traumatológico en 1984 a trabajar sólo por un par de días a la semana. Hoy, casi 40 años después, con una trayectoria dedicada al desarrollo de la especialidad de maxilofacial decidió acogerse al retiro voluntario, aunque reconoce que hubiese seguido trabajando:”Me gusta mi trabajo, es lo que he hecho toda la vida, si dependiera de mí, hubiese seguido trabajando, pero también hay que entender y dejarle espacio a las nuevas generaciones que vienen”.
Todos estos años han sido maravillosos, de partida me ha permitido desarrollarme plenamente, en general hemos tenido una muy buena relación con todos. Desde que llegué me gusto el Trauma, hasta el día de hoy existe una camaradería, uno ve y siente que están todos con la camiseta puesta, es un ambiente más familiar”.
Sus inicios en el Instituto
El Dr. Gazitúa ingresó en abril de 1969 al Hospital San Juan de Dios, donde se desempeñó hasta octubre de 1984, y como relata, en ese año llegaría al Instituto en Comisión de Servicio. “En esa época estaba en el I.T como director, el Dr. Sergio Reyes, aquí no había servicio de maxilofacial, y como este era un hospital de traumatología, todos los pacientes accidentados, con traumas de cara, no había quién los atendiera, entonces él pidió al hospital que le enviaran dos especialistas de maxilofacial. Al principio veníamos dos o tres días a la semana a ver los problemas que había y también a operar, de a poco fueron aumentando la cantidad de pacientes, con lo cual el Dr. Reyes nos terminó incorporando de forma definitiva”.
“Cuando llegamos, existía un servicio dental donde se atendían cosas muy básicas, teníamos un sillón y de a poco empezamos a trabajar. Antiguamente no existían las placas, los tornillos, no contábamos con los elementos que hay ahora, todo se hacía con un alambrito”, recuerda con una sonrisa.
El desarrollo de una especialidad
El Dr. Gazitúa egresó como cirujano dentista de la Universidad de Chile en los años ´60 y fue uno de los pioneros en desarrollar el área de maxilofacial. “Nosotros al principio prácticamente veíamos puros traumas mandibulares y de a poco fuimos atendiendo traumas orbitarios, del cráneo, de la cara, lo que ha sido un arduo trabajo de todos quienes lo desarrollamos en esa época. Todo este camino se fue pavimentando de a poco. La especialidad no existía, nosotros éramos odontólogos que nos gustaba la cirugía y la empezamos a desarrollar”.
La Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Odontológicas (Conaceo) se formalizó recién en el año 1992. “A nosotros no dieron el título de maxilofacial, previa presentación de todo nuestro currículo, los trabajos publicados, asistencia a congresos, etc. Ahí nos otorgaron el grado de Cirujano Maxilofacial, nosotros no tuvimos una escuela, nos fuimos especializando en el tiempo”.
Legado:
Curso Actualización en Cirugía Maxilofacial IT
El Equipo de Maxilofacial realiza todos los años el curso, reconocido a nivel nacional, “Actualización en Cirugía Maxilofacial”. “Tenemos un curso hace alrededor de 20 años y que hoy, prácticamente quién quiera hacer la especialidad tiene tiene que realizarlo, porque es lo que más puntaje otorga para poder ingresar a la especialidad. Les entregamos una visión general, no sólo de traumatología maxilofacial, sino todo lo que involucra al paciente, desde que ingresa hasta que se va de alta”, explica el Dr. Gazitúa.
Además agrega que, “Este fue un gran logro porque empezaron desde todas las universidades a enviarnos sus, que además no tiene más propaganda que su prestigio, en estos momentos ya tenemos más de 40 inscritos, incluso hay veces que muchos no lo pueden hacer por la alta demanda. Recibimos principalmente alumnos de la Universidad de Chile, de la Universidad Mayor, de Valparaíso y recientemente hicimos un convenio con la U. FinisTerrae, quiénes nos están enviando cirujanos plásticos”.
Pabellón de cirugía menor
Desde 2018 el Dr. Gazitúa y su equipo comenzaron a desarrollar el proyecto de un pabellón de cirugía menor y fue en junio del 2022 que se inauguró, el cual lleva su nombre. “Antes contábamos con una oficina que no cumplía con los estándares necesario para realizar una serie de procedimientos quirúrgicos”, comenta el Dr. Gazitúa
“Lo primero fue conseguir el lugar. El primer intento fue el tercer piso donde está Ambulatorio, hicimos un proyecto bastante bueno, pero no funcionó porque del Ministerio de Salud determinó que no era factible debido a que ese lugar había mucho tránsito de personas. Luego aparece la Pandemia, se evaluaron varios espacios y se optó por utilizar el lugar donde estaban ubicadas las Damas de Rojo. Luego de realizar varias gestiones se logró conseguir todas las autorizaciones y cumplir todos requisitos para construir este pabellón”.
La inversión fue de alrededor de 60 millones de pesos; por su parte, el Dr. Gazitúa donó gran parte del instrumental clínico.
Casado hace 57 años, cuatro hijas, 15 nietos y dos bisnietos y su perrito Pepe componen su familia. Deportista de toda la vida, apasionado del tenis el que sigue practicando, en lo posible todos los días y también realiza gimnasia, es parte de la receta para mantenerse activo y como reconoce, seguir haciendo cosas y tal vez, en esta nueva etapa dedicarse a la docencia.
